Una Persona pequeña tiene una inteligencia normal. Las alteraciones psicológicas que pueden aparecer en estas personas empiezan de la percepción de su aspecto diferente a los demás.
Algunas de las dificultades que pueden presentar las personas peqieñas tienen que ver con la falta de responsabilidades hacia su vida, sentimientos depresivos, aislamiento social y excesiva dependencia familiar.
Por parte de los padres, aceptar el problema de la acondroplasia es difícil, pueden surgir conflictos personales que dificulten la relación con su hijo, e influir en la percepción que éste tenga de su condición. Pueden presentarse sentimientos de culpa, rechazo, negación, o excesiva sobreprotección.
Con el fin de evitar y prevenir estos conflictos, es necesario atender desde el punto de vista psicológico a los niños y a sus padres desde la primera infancia y a través de equipos multidisciplinares.
Entre los 4 y los 10 años el niño puede conocer su situación y según cómo lo maneje el entorno familiar lo podrá aceptar. Durante esta etapa, deberá atenderse especialmente la adaptación escolar y las relaciones sociales, siendo importante aprenda a descubrir que en cada ser humano que existen similitudes y diferencias.
Es de los aspectos más difíciles que hay para afrontar, siendo de talla baja, son las miradas burlonas, los comentarios malintencionados, las preguntas que quizás no tienen respuesta aún en la mente de un niño o niña que aún no ha descubierto del todo su condición y las causas que originaron el hecho de que no pueda crecer como los demás, cuando en esa época de la infancia, uno de los más grandes deseos que se tiene es llegar a ser grande y soñar con lo que se va a ser y hacer cuando sea mayor...
Las personas de talla baja, simplemente esperan ser tratados de igual manera, no ser discriminados, tener las mismas oportunidades, pasar en cierto modo desapercibido, sin ser siempre el centro de atracción, por las curiosidades que despierta en los demás.
En la adolescencia suele ser más difícil la sociabilidad, porque es la etapa en que las apariencias priman, se despierta la vanidad en las mujeres, la atracción por el sexo opuesto, el deseo de encontrar el verdadero amor y vivir experiencias como cualquier ser humano.
Ya en la adultez, lo que más le preocupa a la persona de talla baja es la parte laboral; por lo general, la escasez de recursos, no les permiten realizar estudios superiores, otros lo ven como una opción lejana porque creen que les será difícil conseguir trabajo en lo que han elegido; también están los que piensan que no pueden realizar otras actividades porque se han dejado llevar de las opiniones erradas de los demás.
Algo que indispone mucho a las personas con alguna discapacidad y limitación es que le digan: NO PUEDES… con esas palabras se condiciona, se minusvalora, se limita, se relega...
No hay que hacer un manual de cómo tratar a las personas de talla baja; simplemente luchar por no quedarnos en la apariencia, no medir sus capacidades de acuerdo a su estatura y respetar su dignidad humana, como la de cualquier persona en el mundo.
Extraido de : http://www.netcom.es/acondro/educativa/verdad_sobre_enanismo.htm
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